Plaza Mayor, 2013. Foto: SCB |
Los toros se traían desde la Casa de Campo hasta la ciudad a través de la Cuesta de la Vega, lugar del Madrid medieval, y
por la calle Mayor hasta la plaza Mayor, vallando algunas calles para evitar problemas.
Por lo general, el suelo de la plaza se regaba antes de empezar, mediante
carros provistos de toneles de agua. Había corridas por la mañana, para el pueblo
llano, y por la tarde, para el rey, los nobles y la alta sociedad. Los festejos
de la mañana costaban la mitad que los de la tarde.
Fiestas y eventos reales
Fiestas y eventos reales
Fiesta en honor del Príncipe de Gales, 1623. |
Se solían celebrar corridas los días de San Juan y de Santa Ana, y el día de San Isidro, patrón de Madrid desde 1620, aunque en 1622 el rey prohibió los toros ese día por considerarlo poco solemne y no los autorizó hasta 1630.
Al rey Felipe V no le gustaban estos festejos
y sólo permitió tres corridas en la plaza, los años 1704, 1725 y 1726, esta
última con ocasión del nacimiento de su hija, la infanta María Teresa, con
toros llegados de Talavera de la Reina y Navarra. El torero de a pie que más
cobró se embolsó 550 reales.
A la muerte del rey, la reina Mariana de
Austria prohibió las corridas de toros en la Plaza Mayor durante muchos años
como señal de luto, de manera que en todo el siglo XVIII solo hubo una docena
de festejos taurinos en la Plaza Mayor. No obstante, desde 1737 Madrid ya contaba
con una plaza de toros, la de Casa Puerta, de madera y situada junto al
río Manzanares.
No hubo más toros en la Plaza Mayor hasta 1746, con Fernando VI. En 1759, con la llegada al trono de Carlos III, hubo otros dos festejos en la Plaza Mayor. También hubo corridas con motivo de la boda de Carlos IV y con su subida al trono.
No hubo más toros en la Plaza Mayor hasta 1746, con Fernando VI. En 1759, con la llegada al trono de Carlos III, hubo otros dos festejos en la Plaza Mayor. También hubo corridas con motivo de la boda de Carlos IV y con su subida al trono.
Durante el siglo XIX, también se
celebraron corridas de toros en la Plaza Mayor. Fue con ocasión de la primera boda de Fernando VII, en 1803, y ya
no se volvió a ‘correr toros’ hasta junio de 1833, por la jura de
Isabel II como princesa heredera. El Ayuntamiento de Madrid pidió al propio
Fernando VII que cediese seis toros de la Vacada Real para ser lidiados en este
festejo, cobrando el rey 19.800 reales por los seis astados.
La última vez que hubo toros en esta plaza de 'los Madriles' fue en 1846 para celebrar la doble boda de la reina Isabel II y la de su hermana, María Luisa Fernanda. Poco después, la plaza fue adoquinada y ajardinada y se colocó en el centro la estatua ecuestre de Felipe III, que hasta entonces estaba en la Casa de Campo.
La última vez que hubo toros en esta plaza de 'los Madriles' fue en 1846 para celebrar la doble boda de la reina Isabel II y la de su hermana, María Luisa Fernanda. Poco después, la plaza fue adoquinada y ajardinada y se colocó en el centro la estatua ecuestre de Felipe III, que hasta entonces estaba en la Casa de Campo.
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