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01 julio, 2013

Corridas de toros en la Plaza Mayor

Plaza Mayor, con la estatua de Felipe III en el centro, detrás la antigua Casa de la Panadería con frescos pintadas en su fachada
Plaza Mayor, 2013. Foto: SCB
En la Plaza Mayor de Madrid hubo corridas de toros durante 300 años. En cuanto estuvo terminada, en 1619, fue escenario de espectáculos taurinos, aunque anteriormente en el mismo lugar ya se celebraban corridas desde 1540, cuando era la plaza del Arrabal. La corrida de inauguración de la Plaza Mayor se celebró el miércoles 3 de julio de 1619 y en ella actuaron el hidalgo Gonzalo Bustos de Lara, a caballo, y el torero Juan Moreno, a pie. La última vez que se vieron toros en este espacio fue el domingo 18 de octubre de 1846.

Los toros se traían desde la Casa de Campo hasta la ciudad a través de la Cuesta de la Vega, lugar del Madrid medieval, y por la calle Mayor hasta la plaza Mayor, vallando algunas calles para evitar problemas. Por lo general, el suelo de la plaza se regaba antes de empezar, mediante carros provistos de toneles de agua. Había corridas por la mañana, para el pueblo llano, y por la tarde, para el rey, los nobles y la alta sociedad. Los festejos de la mañana costaban la mitad que los de la tarde.

Fiestas y eventos reales
Panorámica de la plaza con formaciones jinetes, numeroso público en gradas alrededor y en los balcones.
Fiesta en honor del Príncipe de Gales, 1623.

Se solían celebrar corridas los días de San Juan y de Santa Ana, y el día de San Isidro, patrón de Madrid desde 1620, aunque en 1622 el rey prohibió los toros ese día por considerarlo poco solemne y no los autorizó hasta 1630.

Al rey Felipe V no le gustaban estos festejos y sólo permitió tres corridas en la plaza, los años 1704, 1725 y 1726, esta última con ocasión del nacimiento de su hija, la infanta María Teresa, con toros llegados de Talavera de la Reina y Navarra. El torero de a pie que más cobró se embolsó 550 reales.

A la muerte del rey, la reina Mariana de Austria prohibió las corridas de toros en la Plaza Mayor durante muchos años como señal de luto, de manera que en todo el siglo XVIII solo hubo una docena de festejos taurinos en la Plaza Mayor. No obstante, desde 1737 Madrid ya contaba con una plaza de toros, la de Casa Puerta, de madera y situada junto al río Manzanares.

No hubo más toros en la Plaza Mayor hasta 1746, con Fernando VI. En 1759, con la llegada al trono de Carlos III, hubo otros dos festejos en la Plaza Mayor. También hubo corridas con motivo de la boda de Carlos IV y con su subida al trono.

Durante el siglo XIX, también se celebraron corridas de toros en la Plaza Mayor. Fue con ocasión de la primera boda de Fernando VII, en 1803, y ya no se volvió a ‘correr toros’ hasta junio de 1833, por la jura de Isabel II como princesa heredera. El Ayuntamiento de Madrid pidió al propio Fernando VII que cediese seis toros de la Vacada Real para ser lidiados en este festejo, cobrando el rey 19.800 reales por los seis astados.

La última vez que hubo toros en esta plaza de 'los Madriles' fue en 1846 para celebrar la doble boda de la reina Isabel II y la de su hermana, María Luisa Fernanda. Poco después, la plaza fue adoquinada y ajardinada y se colocó en el centro la estatua ecuestre de Felipe III, que hasta entonces estaba en la Casa de Campo.

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