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29 diciembre, 2013

Ángel Nieto, el campeón del mundo de motociclismo que creó afición

Imagen de Nieto en plena competición, sobre su derbi roja en la que luce el número uno, chaquetilla roja y casco blanco.
Ángel Nieto en competición, con la escudería Derbi.
Con 22 años, el piloto de motociclismo Ángel Nieto se convirtió en el campeón del mundo de 50 cc. más joven de la historia. 16 años después había logrado una impresionante colección de trofeos que le avalaba como uno de los deportistas más laureados del mundo. Este personaje madrileño no nació en Madrid, sino en Zamora en 1947, pero se crió en el  madrileño barrio de Vallecas desde que tenía un año. Años después, la ciudad le nombró hijo predilecto.

El mayor campeón del motociclismo español en pequeña cilindrada tenía en su palmarés 13 títulos mundiales: seis de 50 cc (1969, 1970, 1972, 1975, 1976 y 1977) y siete de 125 cc (1971, 1972, 1979, 1981, 1982, 1983 y 1984), además de cuatro subcampeonatos. También obtuvo 23 campeonatos de España. Su extraordinaria trayectoria creó una gran afición en España al mundo de las motos.

Su primera victoria internacional la obtuvo en el circuito de Sachsering (Alemania) en 1969. Ese mismo año ganó en Irlanda, coronándose como el más joven campeón del mundo de 50 cc en la historia del motociclismo. Entre 1969 y 1985 ganó 90 grandes premios. En concreto, 27 en 50 cc, 62 en 125 cc, y uno en 80 cc, corriendo con varias escuderías: Derbi, Morbidelli, Kreidler, Minarelli, Garelli y Bultaco.

Ángel Nieto anunció su retirada de la competición en 1986, aunque un mes después del anuncio participaba en la competición Superprestigio de la revista Solo Moto, en la que sufrió una caída con rotura de tibia y tobillo de la pierna derecha. A partir de entonces colaboró con la Federación Española de Motociclismo en el seguimiento de nuevos pilotos y fichó por Tabacalera como asesor técnico.

En 1987 formó su propia escudería, denominada Team Ducados Ángel Nieto, en la que contaba con los pilotos Carlos Cardús, Juan Miralles y Alberto Puig. En octubre de 1988 disolvió el equipo y unos meses después comenzó a colaborar con Televisión Española en las retransmisiones del Campeonato de Mundo de Velocidad y en el programa Todo Motor. También asesoró al equipo motociclista de Jorge Martínez ‘Aspar’ del que formó parte su hijo, Ángel ‘Gelete’ Nieto.

Inicios con las motos

Foto del Museo Ángel Nieto.

Ángel Nieto Roldán estudió en el colegio Matías Montero, pero dejó pronto los estudios y comenzó a trabajar como aprendiz en el taller de motos de Tomás Díaz-Valdés, quien luego ejerció como periodista especializado en el mundo del motor.

Debutó con 13 años en las fiestas del Carmen del Puente de Vallecas y poco después quedó tercero en Granada con una antigua moto de 65 centímetros cúbicos en una prueba para motos de 125. Más tarde se trasladó a Barcelona e ingresó en Bultaco, donde estuvo de aprendiz con el piloto José Medrano, pero fue despedido por abandonar sin permiso su trabajo. Luego entró en Ducatti, marca italiana con la que estuvo trabajando un año y medio.

Con 16 años pasó al departamento de pruebas de Derbi, lo que le permitió entrar en contacto con motos de pequeñas cilindradas. Al año siguiente logró su primer gran triunfo, el quinto puesto en el Gran Premio de Montjuich. Volvió a Ducatti durante año y medio, luego de nuevo a Derbi y, en 1967, hizo doblete en el título nacional de velocidad en las cilindradas de 50 y 125 cc.

Ángel Nieto tuvo en Madrid, en la avenida del Planetario, un museo dedicado a su trayectoria deportiva. El Ayuntamiento le cedió ese espacio en 1988 para exposición permanente durante 75 años, sin embargo tuvo que cerrarlo en 2013 porque en su lugar se construirían unas viviendas. La colección del campeón del motociclismo incluía todos los objetos de su carrera profesional: motos, indumentaria, cascos, guantes, fotografías, recortes de prensa y curiosidades, así como videos de sus momentos estelares. 


Palmarés internacional

1971: Campeón del Mundo en 50 cc y subcampeón en 125 cc con Derbi.
1972: Campeón del Mundo en 50 cc y campeón del Mundo en 125, con Derbi.
1974: Tercero en el Campeonato del Mundo en 125 cc. con Derbi.
1975: Campeón del Mundo en 50 cc con Kreidler.
1976: Campeón del Mundo en 50 cc y subcampeón del Mundo en 125, con Bultaco.
1977: Campeón del Mundo en 55 cc y tercero del Mundo en 125 cc con Bultaco.
1978: Subcampeón del Mundo en 125 cc.
1979: Campeón del Mundo en 125 cc con Minarelli.
1980: Tercero en el Campeonato del Mundo de 125 cc.
1981: Campeón del Mundo en 125 cc con Minarelli.
1982: Campeón del Mundo en 125 cc con Garelli, nuevo nombre de Minarelli.
1983: Campeón del Mundo en 125 cc con Garelli.
1984: Campeón del Mundo en 125 cc con Garelli.
1985: Corrió el Mundial de 250 cc con Garelli. Ese año ganó en Francia su último Gran Premio, el número 90, en la cilindrada de 80 cc.

Los reconocimientos y condecoraciones obtenidos por Ángel Nieto fueron numerosos, entre otros la Gran Cruz del Mérito Civil, Medalla de Oro al Mérito Deportivo, Medalla de Oro de la Villa de Madrid, Medalla de Plata de Zamora, Hijo Predilecto de Madrid, Premio Nacional del Deporte, Gran Cruz al Mérito Deportivo, Medalla de Oro a los Valores Humanos y ADA de Oro. En Zamora una calle lleva su nombre. El 3 de agosto de 2017 falleció en accidente de tráfico en la isla de Ibiza, al recibir el quad que conducia el golpe de otro vehículo.

19 diciembre, 2013

Reloj de la Puerta del Sol, campanadas de Losada

La torreta del reloj de la Puerta del Sol, es blanca, de piedra caliza, sobre ella está el templete metálico con unas campanas que se accionan al bajar la bola.
Reloj de la Puerta del Sol en su torreta. Foto: S.C.

Durante muchos años, el reloj de la Puerta del Sol dio a España la hora solar, la del meridiano de Greenwich, es decir la que le corresponde al país por su longitud geográfica. El mecanismo del reloj se accionaba por un cable eléctrico desde el Observatorio Astronómico del parque del Retiro para dar la hora del meridiano. 
El ‘reloj de Sol’, como se dice en Madrid, se hizo famoso cuando Radio Nacional de España comenzó a retransmitir en 1941 las “campanadas del reloj de Gobernación”, llamado así porque el edificio era entonces sede del Ministerio de la Gobernación.

El edificio había sido antes Real Casa de Correos, construida entre 1766 y 1768 por el arquitecto francés Jaime Marquet. Y justo cien años después, en 1867, se inauguró el que sería el reloj más popular del país, obra del relojero José Losada. Para ello se construyó la torrecilla que aloja este reloj de tres esferas. Sobre ella se alza el templete por el que baja la famosa bola cuando el reloj da las 12 campanadas de Nochevieja con las que toda España despide el año cada 31 de diciembre, tomando las 12 uvas al compás de las campanadas. Antes de instalarse el reloj de Losada, en lo alto de la fachada estaba el reloj que había pertenecido a la vecina iglesia del Buen Suceso, cuando ésta fue derruida. 

Losada, el mejor relojero

En el edificio de la Comunidad destaca la mezcla del color rojo del ladrillo como elanco de la piedra caliza. La entrada es un arco de medio punto, sobre éste un amplio balcón y por encima un frontón triangular con relieves.
Edificio de la Comunidad de Madrid. Foto: SCB
Según los entendidos, las características del reloj de la Puerta del Sol no tienen parangón en Europa y la maestría de su artífice fue envidiada por los relojeros ingleses y suizos del siglo XIX. 

José Losada, cuyo verdadero nombre era José Rodríguez Conejero, nació en 1797 en Iruela, que pertenecía a la jurisdicción de Losada, pueblo de la comarca de El Bierzo, provincia de León. Era un pastor analfabeto que a los 18 años se fue de su casa para evitar que le diera una paliza el propietario del ganado que cuidaba, por haber perdido una ternera. Llegó a Madrid en el carro de un campesino leonés y aquí se enroló en el ejército, pero con el tiempo las cosas se le complicaron por sus ideas liberales, perseguidas ferozmente por Fernando VII. Se supo que había participado en una conspiración contra el absolutismo del rey en 1823 y tuvo que huir a Francia. De cómo consiguió escapar hay varias versiones de tintes novelescos.

Portada del libro sobre Losada en la que aparece una foto del relojero, dos de rolojes de bolsillo, un cronómetro y el reloj de la Puerta del Sol
Libro sobre Losada,de Roberto Moreno

Por entonces era superintendente general de Policía José Zorrilla, padre del que luego sería famoso poeta y dramaturgo José Zorrilla. Según una de las versiones, Losada y algunos de sus compañeros conspiradores tuvieron conocimiento de un lío de faldas que tenía el superintendente en las Vistillas. Un día, el político fue pillado ‘in fraganti’ por Losada y compañía que, a cambio de su silencio, le exigieron un salvoconducto para Francia. Desde allí se fue a Londres donde consiguió un trabajo de barrendero en una fábrica de relojes, donde se familiarizó con el oficio. Al morir el dueño de la fábrica, Losada contrajo matrimonio con la viuda y se encargó del negocio del taller de relojería. Dejó de ser analfabeto y con el tiempo se convirtió en relojero. Hacia 1853 contaba con una nueva relojería a la que puso su nombre y en poco tiempo se convirtió en la más prestigiosa de Inglaterra, país que en aquella época era el mejor en relojería
En la trastienda de Losada se reunía la llamada ‘Tertulia del habla española’, que agrupaba a poetas e intelectuales españoles exiliados durante el reinado de Fernando VII. El relojero se enteró de que el poeta José Zorrilla malvivía en una buhardilla de Londres, así que le visitó con la excusa de comprarle un reloj y le regaló mil libras. El poeta frecuentaba la tertulia de Losada y un día escribió un poema titulado Una repetición de Losada.

Años después José Losada fabricó en Londres un reloj que regaló a la Villa de Madrid en 1865, además del mecanismo que hace que la bola dorada baje cuando llegan las 12 campanadas. El relojero leonés también Inventó los cronómetros Losada, de fama mundial. Falleció y fue enterrado en Londres en 1870.

15 diciembre, 2013

Carlos III: Ilustración, petimetres y chambergos

La estatua ecuestre de la Puerta del Sol se alza sobre un gran pedestal de piedra con inscripciones grabadas referentes al rey. La estatua es de bronce y mira hacia el edificio sede de la Comunidad de Madrid.
Estatua de Carlos III, Puerta del Sol (S Castaño)
Cuando Carlos III llegó a Madrid, le pareció una ciudad sucia e inhóspita. Era 1759 y venía de Nápoles, donde había reinado tranquilamente durante un cuarto de siglo. Así que durante sus primeros años de reinado en España apenas si vivió en la capital. Alternó sus estancias en los reales sitios de Aranjuez y La Granja con periodos esporádicos en Madrid.

Carlos III, hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio, es conocido históricamente como el mejor alcalde de Madrid. No fue fácil, pero el rey supo rodearse de ministros inteligentes y trabajadores, como Floridablanca, Campomanes, Aranda, Esquilache... Los proyectos del monarca que mejor representan el despotismo ilustrado tropezaron en los primeros años con el recelo de los madrileños hacía los ministros italianos, como Grimaldi o Esquilache, que el rey se trajo de Nápoles. 

La Puerta de Alcalá, el Palacio de Buenavista (hoy cuartel general del Ejército), el Jardín Botánico o la reconstrucción de la Plaza Mayor son algunas de las mejores obras realizadas por el monarca en la ciudad. Más importante aún fue la dignificación de la ciudad como capital de España, modelo que se extendió a otras ciudades, con la construcción de paseos, empedrado de calles, iluminación pública, alcantarillado y saneamiento. 

La organización territorial de Madrid también cambió con Carlos III. La ciudad pasó a tener ocho cuarteles o departamentos, con ocho barrios cada uno, en los cuales había un alcalde. Eran los cuarteles de Plaza Mayor, Palacio, Afligidos, Maravillas, Barquillos, San Jerónimo, Avapiés y San Francisco.

Criados y funcionarios

Durante el reinado de Carlos III la población de Madrid creció mucho, hasta llegar a 195.000 habitantes, sobre todo por la inmigración hacia una ciudad que ofrecía puestos de trabajo y recursos. Por entonces, un tercio de los trabajadores madrileños estaba al servicio de los ricos y pudientes. La otra ocupación principal era la de los funcionarios, más de 6.000 empleados.
Antigua Puerta del Sol, con la fachada de la desaparecida iglesia del Buen Suceso con adornos arquitectónicos delante, comitiva a caballo y soldados en formación.
Puerta del Sol adornada, entrada de Carlos III, 1760

El 70 por ciento de la población ganaba lo imprescindible para comer y el 30 por ciento restante era de la clase acomodada. Alrededor de ésta creció un próspero sector comercial dedicado a la producción de objetos de lujo, vestidos y orfebrería, aunque los más ricos vestían con ropa de París, por la influencia que en el siglo XVIII comenzó a tener la moda francesa. Los madrileños acuñaron la palabra ‘petimetre’ (del francés petit maître, señorito) para referirse a lo que hoy llamaríamos ‘pijo’.

De gran importancia económica fueron los Cinco Gremios Mayores (joyeros, merceros, sederos, pañeros y lenceros) que tenían el control, en exclusiva, de la fabricación, importación y venta de joyas, sedas, paños, lencería y mercería. En aquella época, los mercados no eran recintos cerrados como hoy los conocemos, los puestos de venta se instalaban en las plazas públicas.

La nobleza y el clero seguían disfrutando de privilegios, aunque en ambas clases los había muy ricos y casi pobres. Por debajo había una amplia capa social, un ‘tercer estado’ integrado por la mayoría de súbditos, desde los ricos burgueses y banqueros a paupérrimos jornaleros y mendigos, en principio con igualdad de derechos.

Motín de Esquilache 

Durante el reinado de Carlos III se produjo el célebre Motín de Esquilache, llamado así por el marqués de Esquilache, ministro de Hacienda. El detonante del motín fueron las leyes que quiso imponer en la capital, relacionadas con la limpieza urbana y el alumbrado, la prohibición de portar armas y de vestir capa larga y sombrero de ala ancha (chambergo) y la prohibición de los juegos de azar. No obstante, el trasfondo de esta revuelta masiva fue la carestía de la vida, por la subida del precio de los productos básicos. El monarca aceptó las peticiones del pueblo y el motín se zanjó con la destitución y destierro de Esquilache y la adopción de la capa corta y el sombrero de tres picos (tricornio), en lugar de la capa larga y el chambergo. 

Carlos III hizo otras importantes aportaciones a la historia, como el Banco de San Carlos, que después sería el Banco de España, y la Lotería Nacional, creada en 1763, cuyas ganancias se destinaron por real decreto a hospitales, hospicios y obras públicas. El primer premio gordo fue de sólo 250 reales, una cifra que enseguida aumentó a la vista de los grandes beneficios que se conseguían con este sorteo. 

A imitación de sus primos franceses y siguiendo la estela de su padre con la Real Fábrica de Tapices, Carlos III creó en Madrid la Real Fábrica de Porcelanas del Buen Retiro, llamada Casa de la China, que se convirtió en una seria competencia para la boyante porcelana de Inglaterra. La fábrica fue destruida por las tropas inglesas en su lucha contra las tropas de Napoleón acantonadas en El Retiro durante la guerra de la Independencia. 

En Madrid hay varias estatuas dedicadas a Carlos III, la principal y más conocida es la estatua ecuestre situada en el centro de la Puerta del Sol, obra de los escultores Eduardo Zancada y Miguel Ángel Rodríguez, que fue inaugurada en 1994.