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31 mayo, 2013

Olga Ramos, el cuplé más castizo

El penúltimo cuplé, biografía de Olga Ramos escrita por Antonio D. Olano
Libro biográfico (Antonio D.Olano)
Olga Ramos fue la más genuina representante del cuplé en España, la última gran estrella de un género que prácticamente ha desaparecido de los escenarios, pero que hizo furor en las primeras cuatro décadas del siglo XX. La gracia de su canción, su elegancia y talento reconocidos mantuvieron vivas composiciones que forman parte de la historia de Madrid. Olga era madrileña de corazón y madrileñista por vocación. El pueblo de Madrid la considera una de sus hijas ilustres y ella le rendía homenaje cada noche en su local de la calle La Palma 51. 

Trinidad Olga Ramos Sanguino nació en 1918 en Badajoz. Cursó los estudios básicos y se diplomó en el Conservatorio provincial de Badajoz, donde estudió solfeo y violín. A los once años llegó con su familia a Madrid, donde fue trasladado su padre, que era militar. Vivía en un piso del número 9 de la calle Cardenal Cisneros y amplió sus estudios en el Conservatorio de Madrid, alternándolos con los de arte dramático en el Teatro María Guerrero. Hacia 1931 la familia se trasladó al número 12 de la calle Sagasta.


Vivió la guerra civil en Madrid, periodo en los que inició sus primeras actuaciones profesionales. Por entonces en los cines había música en directo antes y después de las películas y ella trabajaba en los recitales del cine Bilbao, en la calle de Fuencarral. Tras la guerra, formó parte de la Orquesta Fémina, integrada por ocho chicas, que actuaba en Cunigan, en los bajos del cine Bilbao; en York Club, el Teatro de la Zarzuela, Pasapoga o el Maravillas. De ahí pasó a La Tropical, en la glorieta de Cuatro Caminos, y luego al café de La Montaña, en los bajos del hotel París, en la calle de Alcalá, junto a la Puerta del Sol.

El Cipri y Olga María

Más tarde actuó en Tetuán y Tánger (Marruecos) y a su vuelta fue contratada para formar parte de la orquesta mixta del café Universal, en la Puerta del Sol, dirigida por el que después sería su esposo, Enrique Ramírez de Gamboa, ‘El Cipri’, músico e intérprete de orquesta. Posteriormente, Olga Ramos marchó contratada a Zaragoza y luego hizo una gira por todo el norte del país, actuando en los mejores cafés-concierto. Veinte años actuaron juntos Olga Ramos y El Cipri en el Café Universal y cuando éste cerró pasó con su orquesta al café Varela, en la calle Preciados.

Durante el otoño de 1978, Olga actuó con gran éxito en México, lo que le valió el papel protagonista de la película Boom. Con anterioridad fue protagonista de la película Leyenda Rota, de Florián Rey, y en 1990 participó en la famosa serie de televisión Los años vividos. Recibió numerosos premios y en sus últimos años cedió el relevo a su hija, Olga María, que además es autora de cuplés, letra y música. Madre e hija grabaron en 1996 el disco Madrid, entre Cuplés y Canciones. La artista falleció en San Sebastián de los Reyes en 2005.

30 mayo, 2013

Calle de Alcalá, un paseo histórico


La calle de alcalá hacía la puerta del sol, a la altura del casino de Madrid
Calle de Alcalá, cerca de Puerta del Sol. Foto: F. Ch.
Antes de llamarse calle de Alcalá se llamaba calle de los Caños de Alcalá, por existir allí una fuente con este nombre cerca de dos grandes olivares en los que se ocultaban malhechores que asaltaban a los viajeros. En la zona había numerosas cruces recordando a los asesinados por éstos. Cuando el rey Felipe II trasladó la Corte desde Toledo a Madrid, a mediados del siglo XVI, comenzó a ponerse de moda entre los personajes más importantes de la Villa instalar su residencia en la zona de los Caños de Alcalá. 

El nombre de la calle se debe a que era el camino hacia la localidad de Alcalá de Henares. El tramo más antiguo e ilustre de esta vía, una de las de mayor longitud, es el comprendido entre la Puerta del Sol y la Puerta de Alcalá. En este recorrido cuenta con muchos edificios de gran interés histórico y artístico de distintos estilos, como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Casino de Madrid, Banco de España, iglesia de San José, Círculo de Bellas Artes, Cuartel General del Ejército y otros pertenecientes a entidades bancarias. Además, la emblemática Fuente de Cibeles en la plaza del mismo nombre.

El Círculo de Bellas Artes, recuerda a los transatlánticos de los años 20, sobre su azotea la diosa Minerva,
Círculo de Bellas Artes. Foto: F. Chorro
El primer edificio importante de la calle de Alcalá fue la Casa de la Aduana, un edificio de estilo neoclásico en los números 5, 7 y 9 de esta vía. En el 13 se halla la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, palacio de Goyeneche (1725), construido en tiempos de Carlos III por José Benito de Churriguera y restaurado en 1774 por Diego de Villanueva, que modificó la fachada. En la confluencia de Alcalá con Gran Vía se encuentra la iglesia de san José, construida por Pedro de Ribera entre 1733 y 1742, uno de los máximos exponentes de la arquitectura barroca dieciochesca. Enfrente, en el número 42 se encuentra el Círculo de Bellas Artes, exponente del estilo art decó y referente de la actividad cultural madrileña. El edificio, diseñado por Antonio Palacios, se levantó entre 1921 y 1926.

Un poco más abajo, donde hoy se levanta el Banco de España se encontraba antes el palacio del Marqués de Alcañices, derruido en 1884 para construir el banco, obra de Eduardo Adaro concluida en 1891. El edificio fue ampliado entre 1927 y 1934 hacia la calle de Alcalá, por José Yarnos. Enfrente, se encuentra el palacio de Buenavista, construido por Juan Pedro Arnal en 1777 para el duque de Alba. Actualmente alberga el Cuartel General del Ejército.
Bajada de la calle desde la Puerta del Sol. Destacan los artísticos edificios en estilos diversos.
Calle de Alcalá, cerca de plaza de Cibeles. Foto: F.Ch.

Puerta de Alcalá

Más allá se encuentra la Puerta de Alcalá, uno de los símbolos de Madrid, que tuvo una antecesora ubicada un poco más abajo, construida 1599 para recibir a Margarita de Austria, esposa de Felipe III. En 1759 Carlos III también entró en Madrid a través de aquella puerta, pero no le gustó, quería otra más triunfal y ordenó derribarla. Entre los proyectos presentados por José de Hermosilla, Ventura Rodríguez y Francisco Sabatini, el rey eligió el de este último. Sabatini la terminó en 1778 y fue ornamentada por Roberto Michel y Francisco Gutiérrez.

Este monumento contiene un mojón de granito guadarrameño que señala el paso del ganado por la Cañada Real durante la trashumancia. Esta tradición recuperada conlleva que una vez al año un rebaño de ovejas recorra parte de lo que fue el antiguo trayecto, por la calle de Alcalá.

29 mayo, 2013

Plaza de España, puerta de los Madriles

Vista aérea de la plaza con sus rascacielos y el entorno urbano.
Vista aérea de Plaza de España. Foto: S. Castaño.
La Plaza de España es llamada así desde principios del siglo XX y anteriormente era conocida como plaza de San Marcial, entre la calle Leganitos y la de Bailén. El lugar que hoy ocupa esta plaza era conocido antiguamente como el prado de Leganitos. Era un paraje era muy frecuentado durante las noches de verano por los madrileños,  para tomar el fresco cerca de la fuente de Leganitos, citada por Cervantes en Don Quijote de la Mancha.

Cuando Felipe II trasladó la Corte a Madrid, en 1561, la plaza y alrededores era un campo de cultivo regado por el arroyo Leganitos. En tiempos de Carlos III se construyó en este prado el convento de San Gil, popularmente conocido como 'de los Gilitos', más tarde convertido en cuartel.

Rodeado de olivos y frente a un estanque, en el gran monumento a Cervantes destacan las figuras del escritor sentado a media altura y a sus pies don Quijote y Sancho Panza cabalgando.
Plaza de España y monumento a Cervantes. Foto:S.C.
En 1896 se promulgó la Ley del Suelo, que permitía al Ministerio de la Guerra la demolición del cuartel de san Gil y la venta de su solar, que pensaban dividir en manzanas para dar salida a las calles Mendizábal y Martín de los Heros, pero por falta de locales para la tropa no se llevó a cabo hasta 1908.

El proyecto de 1909 de ampliación de la plaza incluía un gran hotel, salida al Metropolitano del Norte, apertura por Ferraz con perspectiva hacia la plaza de Oriente, y en el otro extremo el monumento a Cervantes y la Gran Vía. El proyecto se aprobó en 1911 y suponía la expropiación de varios edificios, pero hasta bastantes años después no adquirió su aspecto actual. Mientras, aquel descampado se utilizó para celebrar la verbena de Santiago, que antes se hacía en la plaza de Oriente.

Monumento a Cervantes

En la esquina con Ferraz se levantó, desde 1909 a 1914, un edificio modernista y original, obra del arquitecto italiano Daverio, que tuvo que ocultar su identidad porque legalmente no podía trabajar en España. En alguna ocasión, las dueñas del edificio utilizaron en los documentos el nombre de Federico Arias como arquitecto.

En 1915 se convocó concurso de anteproyectos para levantar el monumento a Cervantes. Se presentaron 53 bocetos, resultando ganador el de Rafael Martínez Zapatero y Lorenzo Coullant Valera, aunque el monumento no se comenzó hasta 1928, con la colaboración de Pedro Muguruza. La plaza se convirtió en jardín en 1918, dejando de ser un descampado, y en 1941 quedó conectada por el Metro con Argüelles, Embajadores y Legazpi.

Edificio España y Torre de Madrid 

Fue en 1953 cuando se terminó en esta plaza el Edificio España, obra de  los hermanos Otamendi Machimbarrena, de 111 metros en 28 plantas. Fue el edificio más llamativo de la capital hasta que los mismos constructores terminaron en 1957 la Torre de Madrid, con 120 metros.
 

A finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo XX, el movimiento comercial y el abundante tráfico en esta zona obligaron a construir un aparcamiento subterráneo bajo la plaza, además de dos scalextrics. En 1969 se reformaron las fuentes y jardines de la plaza de España. Hoy día continúa siendo un importante eje de comunicaciones entre el Madrid viejo y moderno y una zona de importancia comercial y financiera.