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13 abril, 2019

Iglesia de Santa Cruz y sucesos históricos

Fachada principal desde la plaza de Santa Cruz.
Santa Cruz. Foto: A.Castaño
Dominando el barrio de los Austria desde sus 60 metros de altura, la torre de la iglesia de Santa Cruz fue la más alta de Madrid hasta la construcción del edificio Telefónica en la Gran Vía, en los años 20 del siglo pasado. Su estilo es único, con ladrillo rojo y piedra blanca recuerda a los ‘campaniles’  italianos y las torres neomudéjares. La portada es neogótica como su interior, que posee buena acústica, motivo por el que se utiliza para conciertos de órgano. Fue construida, en parte con donaciones de los madrileños, por el marqués de Cubas y Miguel de Olabarría.

Este templo ocupa el lugar donde estuvo el antiguo convento de Santo Tomás, al principio de la calle Atocha, lugar de sucesos trágicos en la historia de Madrid. De aquel convento de dominicos salían las fúnebres comitivas que se dirigían con sus estandartes a los lugares de celebración de los autos de fe de la Inquisición. Su iglesia sufrió un primer incendio antes de estar terminada en la primera mitad del siglo XVII y en 1723 se desplomó la cúpula matando a 80 personas y ocasionando numerosos heridos.

En aquel convento fueron asesinados siete frailes dominicos que como otros 70 inocentes de distintos conventos madrileños fueron acusados por la ira popular de ser causantes de la epidemia de cólera que asolaba la ciudad en julio de 1834. Corrió el rumor de que los frailes habían envenenado las fuentes públicas, aunque la epidemia había penetrado en España desde otros países.

 
La torre tiene un atractivo contraste entre la piedra blanca de su portada de arcos apuntados y el ladrillo rojo de la torre.
Torre. Foto: A.Castaño

En el mismo lugar pasó sus últimas horas el teniente general Diego de León, héroe de la caballería española, fusilado en octubre de 1841 a las afueras de la Puerta de Toledo. Fue acusado de rebelión contra el gobierno del general Espartero, que había desplazado de la regencia a María Cristina de Borbón durante la  minoría de edad de Isabel II. Según las crónicas, el propio militar tuvo que alentar a los desconsolados soldados del pelotón de fusilamiento para que cumplieran la orden.


No hubo más episodios trágicos hasta abril de 1872, cuando un gran incendio destruyó el convento y afectó a la iglesia. El obispado decidió el derribo de la parte ruinosa del edificio, aunque el Ayuntamiento apostaba por el derribo total para seguridad de las casa vecinas, y su posterior reedificación. Durante los trabajos se hundió la bóveda de una de las capillas, sepultando bajo los escombros a tres obreros, dos de ellos murieron y el tercero pudo ser rescatado con vida después de catorce horas.

Derruido el conjunto finalmente, en parte de su solar se construyó la actual iglesia de Santa Cruz, entre 1889 y 1902. A su lado se construyeron viviendas para eclesiásticos y otra parte del solar se vendió. 

La portada de arcos apuntados tiene un frontispicio con excelentes relieves
Portada. Foto: A.C.

La actual iglesia de Santa Cruz, cuyo interior tuvo que ser reformado tras la guerra civil, es poco frecuentada por los turistas que pasan por la plaza de Santa Cruz y cuentan con numerosos atractivos en las cercanas plaza Mayor, Puerta del Sol o plaza de Santa Ana.

Con el nombre de Santa Cruz existió una ermita y luego una primera iglesia casi al lado de la actual, en la esquina de plaza de Santa Cruz y la calle de la Bolsa, que fue famosa también por su alta torre, a la que llamaban ‘la atalaya de la Corte’. Sus campanas avisaban a la población en los casos de incendio. 


La de Santa Cruz fue una de las iglesias más importantes de Madrid, junto con las de San Martín y San Ginés y, como aquellas, en su entorno se formaron los tres principales arrabales de Madrid. Aquella primitiva iglesia fue derribada en 1868 para ampliar la plaza de Santa Cruz pasando su parroquia al desaparecido convento de Santo Tomás.