Fuente de Neptuno, curiosidades de un símbolo

Fuente de Neptuno. Foto: Pixabay

La fuente de Neptuno se talló como parte del plan de Carlos III para embellecer el paseo del Prado, con esta y otras fuentes diseñadas por el arquitecto Ventura Rodríguez, como las de Cibeles, Apolo y varias menores, que lo convirtieron en uno de los más bonitos de Europa. A pìe, a caballo o en carroza, pasearse por el Prado se convirtió en el entretenimiento principal de los madrileños, en una época en la que se habían prohibido las corridas de toros.

El conjunto se labró entre 1782 y 1786, primero por Juan Pascual de Mena, que falleció en 1784 antes de terminarlo, y después por su discípulo, José Arias, encargado de concluir la estatua de Neptuno, la carroza y los caballos; del resto se ocuparon José Rodríguez, Pablo de la Cerda y José Guerra.

Se realizó en mármol blanco de las canteras toledanas de Montesclaros, como la Cibeles, aunque se tuvo que hacer a menor escala de la prevista, ya que no pudieron contar con un bloque de piedra mayor. Siguiendo el proyecto original, Neptuno y Cibeles se miraban, pero más tarde a los dos se les varió la posición. En medio, la fuente de Apolo, que recibía el caudal de agua de una y lo enviaba a la otra. 

Su primera ubicación fue hacia la bocacalle de la carrera de San Jerónimo, pero más tarde se trasladó al centro de la plaza Cánovas del Castillo, llamada comúnmente por el nombre de la fuente, flanqueada por el Ritz y el Palace.

Entre los miles de madrileños que acudían al paseo del Prado, estaban los criados, los aguadores y los encargados del riego; unos pendientes de que abrevaban las caballerías en el pilón y otros con sus cántaros y cubas en carros, así que para evitar barrizales se colocó un empedrado alrededor de la fuente.

Neptuno se muestra de pie sobre una peculiar carroza con forma de concha o caparazón, cuyas ruedas son aspas sobre las aguas, tirada por dos caballos con cola de pez (hipocampos, símbolos de lealtad y fidelidad) y rodeada de delfines y focas que arrojan agua. Tiene enroscada una serpiente en el brazo derecho y sostiene en la mano izquierda un tridente. Esta lanza no es la original, que era de bronce y fue robada en 1814, siendo sustituida por una de hierro dorado que también desapareció en 1994. La actual se hizo con una aleación de acero para evitar la oxidación. 

Este símbolo madrileño ha sido restaurado en varias ocasiones por roturas y desperfectos, casi siempre provocados, como en los años 80 o en 1998. Ese año sufrió la rotura de una mano causada por unos hinchas madridistas, aunque esta fuente concentra a los seguidores del Atlético de Madrid para celebrar sus victorias, como la Cibeles a los del Real Madrid. No obstante, fueron los rojiblancos los primeros en compartir con la Cibeles sus triunfos. La primera vez en 1962, por la victoria del Atleti frente a la Fiorentina en la Recopa. La sede del club estaba por entonces en la calle Barquillo y desde ahí los aficionados bajaron a Cibeles. Cuando los madridistas empezaron a festejar sus victorias en el mismo lugar, los colchoneros trasladaron sus festejos a la fuente de Neptuno.
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