Virgen de la Almudena |
Dice la leyenda que en la torre de una de las puertas de la Almudena, la de la Cuesta de la Vega, se halló una imagen de la Virgen en 1085, tras la toma de la ciudad por el rey Alfonso VI. La imagen, de madera, fue llevada a la cercana iglesia de Santa María, que antes había sido mezquita, en la confluencia de las calles Mayor y Bailén. Así que los madrileños comenzaron a llamarla Virgen de la Almudena. Allí permaneció varios siglos hasta que en 1868 la iglesia fue derribada y la imagen trasladada al convento de las Bernardas, del que hoy sólo queda su iglesia, en la calle Sacramento.
En 1911 la imagen fue trasladada a la catedral de la Almudena y durante la guerra civil volvió al convento de las Bernardas donde estuvo hasta 1954, cuando de nuevo volvió a la catedral.
Según los historiadores, la imagen de la Virgen sosteniendo al Niño desnudo, realizada en madera dorada y policromada, que podemos ver actualmente en la catedral de Madrid, fue realizada entre los siglos XV y XVI, posiblemente en los talleres toledanos de Sebastián de Almonacid o de Diego Copín de Holanda.
Aquella Puerta de la Vega se derribó en 1708 y se construyó otra con un arco grande y dos puertas o postigos laterales. Encima del arco se elevaba un arco pequeño que cobijaba una escultura en piedra de la Virgen de la Almudena. Cuando se derribó esta puerta, en 1830, la imagen fue colocada en una hornacina de la Cuesta de la Vega. Esa escultura, que estaba bastante deteriorada, fue retirada de la hornacina hace unos años con motivo de la construcción, junto a la catedral, del Museo de Colecciones Reales. En octubre de 2013 se colocó en la hornacina una nueva imagen de la Virgen de la Almudena.
Catedral de la Almudena, desde Bailén. Foto:S.C. |
Fiesta y leyenda
Hay varias versiones fantásticas sobre el descubrimiento de la imagen. Una relata que fue escondida por los cristianos en el año 712, ante el temor a la invasión árabe. 400 años después, tras la toma de la ciudad por Alfonso VI, una cristiana sabía que la imagen estaba oculta en la muralla, pero no el sitio exacto. Se lo contó al Cid y éste al rey, que prometió encontrarla aunque fuera preciso derribar las murallas. Al subir con su séquito por la Cuesta de la Vega cayeron varias piedras de la muralla dejando al descubierto la imagen, flanqueada por dos velas encendidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario