Plaza de la Villa, desde calle Mayor (F. Chorro). |
Aquel mercado se quedó pequeño y se fue desplazando a la plaza del Arrabal, que terminó siendo el mercado principal, donde a finales del siglo XVI se construyó la plaza Mayor. Sin embargo, la plazuela de San Salvador pasó a ser el centro de la vida madrileña por su relación con el gobierno municipal. El Concejo de Madrid, que no tenía edificio propio, se reunía desde principios del siglo XIV en una sala sobre el pórtico de la iglesia de San Salvador. El mantenimiento del templo corría a cargo del Concejo y desde su torre se vigilaba la aparición de incendios, con sus campanas se daba la alarma tocando ‘a rebato’ o en caso de reunión vecinal, tocando ‘a concejo’.
Este espacio singular tomó el nombre de plaza de la Villa cuando el rey Enrique IV concedió a la población el título de Noble y Leal Villa y concedió permiso para ampliar la plazuela de San Salvador. Se empedró con los Reyes Católicos, cuando la villa se extendía ya hasta la Puerta del Sol. Más de 100 años después, el pórtico de la iglesia fue derribado para ensanchar la calle Mayor, con motivo de la memorable entrada en Madrid de Margarita de Austria, esposa de Felipe III, en 1599. El Concejo perdió su sede y, carente de recursos económicos, tuvo que trasladarse a unas casas alquiladas y mal acondicionadas en la misma plaza.
La iglesia de San Salvador estaba a la altura del número 70 de la calle Mayor, llamada entonces de Santa María, como indica una placa allí fijada. Fue derribada en el siglo XIX. Tres son los edificios principales de esta plaza: la Casa de la Villa, la Casa y Torre de los Lujanes y la Casa de Cisneros.
Casa de Cisneros y Casa de la Villa. (S. Castaño). |
Casa de la Villa
En 1619 se decidió la construcción de la Casa Consistorial, aunque no se empezó hasta 1644. Se encargó de las obras Juan Gómez de Mora y tras su muerte su discípulo José de Villareal. Más tarde los trabajos pasaron al madrileño Teodoro de Ardemans y otros arquitectos. La construcción del edificio se prolongó hasta 1695, aunque desde muchos años antes ya cumplía sus funciones. Una parte del edificio se destinó a cárcel de la Villa, motivo por el que se hicieron dos puertas, función que tuvo hasta 1831.
La Casa de la Villa se construyó en piedra y ladrillo, con torres en sus esquinas con chapiteles de pizarra debido a la atracción que sentía Felipe II por los edificios de Flandes, lo que al final originó un estilo propio de la arquitectura madrileña. Ejemplos de ello son también la Cárcel de Corte o la Casa de la Panadería y de la Carnicería de la Plaza Mayor, entre otros edificios relevantes. El escudo de los Austrias y el de Madrid se alojaron en la portada del edificio. La galería de columnas de la fachada que da a la calle Mayor es obra de Juan de Villanueva, terminada en 1789, para que los reyes pudieran ver desde el balcón las procesiones.
Más de 300 años después de la construcción de la Casa de la Villa, en 2007, se inició el trasladó del Ayuntamiento al Palacio de Cibeles, en la plaza del mismo nombre.
Casa de Cisneros
Casa y Torre de los Lujanes. Foto: F. Chorro |
Junto a la antigua sede del Ayuntamiento está la que fue casa de Benito Jiménez de Cisneros, sobrino del cardenal Cisneros, construida en 1537 en estilo plateresco, con entrada por la calle del Sacramento. La adquirió el Ayuntamiento de Madrid en 1909 para instalar dependencias municipales. El arquitecto municipal Luis Bellido restauró unos años después su fachada trasera, la que da a la plaza de la Villa, y construyó un pasadizo elevado que la une con la Casa de la Villa. En esta casa-palacio estuvo preso Antonio Pérez, uno de los secretarios de Felipe II, por haber tramado el asesinato de Juan de Escobedo, secretario de Juan de Austria, hermanastro del rey. Y de allí logró fugarse en 1590, librándose del patíbulo.
Torre de los Lujanes
La Casa y Torre de los Lujanes es el edificio civil más antiguo de Madrid. De estilo mudéjar, toma el nombre de la familia Luján, propietaria de ésta y de los inmuebles colindantes hasta la calle del Cordón. En la torre estuvo preso unos días el rey de Francia Francisco I, antes de ser recluido en el alcázar, tras ser capturado por las tropas españolas en la batalla de Pavía (Italia) en 1525. Un episodio del que surgió el primer Tratado de Madrid, de 1526.
La plaza de la Villa tuvo sucesivas fuentes monumentales hasta mediados del siglo XIX y fue ajardinada en 1905. Actualmente está presidida por la estatua en bronce dedicada al invicto almirante Álvaro de Bazán, obra de Mariano Benlliure, rodeada de un parterre.
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