Fachada con esculturas de R. Miche (A. Castaño). |
El diseño definitivo de la Puerta de Alcalá lo eligió el rey Carlos III en 1769, entre los presentados por el arquitecto Francisco Sabatini que, como José de Hermosilla y Ventura Rodríguez, le mostró varios proyectos. A grandes rasgos, el monumento de Sabatini tiene en el centro tres grandes vanos iguales con arcos de medio punto, y dos más pequeños adintelados en los extremos. Estos cinco accesos están delimitados por diez columnas en un lado, y por pilastras y columnas en el otro, rematando el conjunto un ático sobre el arco central que tiene por ambos lados una lápida de mármol con la inscripción conmemorativa ‘Rege Carolo III…’ en letras de bronce.
Fachada con esculturas de F. Gutiérrez (A.Castaño) |
En la otra fachada, primera y monumental impresión de quienes llegaban a la Villa y Corte desde Alcalá, Aragón o Cataluña, la ornamentación fue encomendada al escultor abulense Francisco Gutiérrez. Destacan los mascarones rematando los arcos, las guirnaldas sobre las puertas adinteladas y, sobre el arco central, el escudo real, sostenido por la figura de la Fama y de un niño. A sus lados, las figuras de cuatro niños que representan las virtudes cardinales labradas, como las anteriores, en piedra blanca de Colmenar.
La Justicia (S.C.) |
La figura del niño de la esquina izquierda representa la Fortaleza y tiene casco, escudo y una lanza en su mano derecha. A su lado, la figura de la Templanza está representada por un niño que tiene en su mano derecha un freno de caballo. Al otro lado del ático está representada la Justicia por la figura de un niño con el brazo izquierdo levantado y la mano cerrada sobre lo que sería una espada o una balanza desaparecida, y en la esquina derecha está la representación de la Prudencia, un niño que se mira en un espejo que levanta por encima de su cabeza.
Al parecer, la obra no avanzó al ritmo deseado. Siete años después de iniciarse, en agosto de 1777, Sabatini avisó a los contratistas de que tenían un año para terminar la obra y que los gastos por retrasos correrían por su cuenta si era necesario nombrar otros maestros de obra. En septiembre de 1778 se terminó la obra y pronto se convirtió en un símbolo de la ciudad.
La llamaban ‘Puerta Nueva de Alcalá’ ya que la primera Puerta de Alcalá que tuvo Madrid estaba situada un poco más abajo. Hacía 18 años que Carlos III había cruzado aquella puerta para entrar en su ciudad natal procedente de Nápoles. Se levantó en 1599 para el recibimiento de Madrid a Margarita de Austria, esposa de Felipe III. A Carlos III no le gustó y fue derribada en 1764. El rey aspiraba a otra puerta más triunfal para conmemorar su reinado, y lo consiguió con la actual Puerta de Alcalá, de casi 20 metros de altura, primera de las grandes puertas de Europa que, en opinión de los historiadores, no tiene comparación en la arquitectura del siglo XVIII en el continente.
Tras el derribo de la cerca que rodeaba Madrid, casi un siglo después de construida la Puerta de Alcalá, se construyó la plaza de la Independencia, en cuyo centro se ubica el monumento. El nombre de la plaza conmemora la guerra de la Independencia. En la Puerta de Alcalá se mantienen las huellas de metralla del ejército de Napoleón en su ataque a Madrid el 3 de diciembre de 1808.
Es muy bonito pero debería haber mas cosas como cuando la hicieron
ResponderEliminarla construllo Carlos III y fue diseñada por Angel Fernandez de los Rios en 1778 supongo q sera qntes 1778
EliminarEs el paso del tiempo, también para un gran monumento como éste. Saludos.
ResponderEliminarNunca fue Puerta de Alcalá, sino por expreso deseo popular. Fue realmente un arco de triunfo que mandó construir Carlos III cuando llegó a Madrid procedente de Nápoles.
ResponderEliminarMe encanta!!!! Y cuando la vi, por primera vez, fue algo mágico. Se me aguaron los ojos. Me fascina su historia.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
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