Jardines del Parterre. Foto: S. Castaño. |
El Parterre del Retiro es un ejemplo del gusto por el estilo francés que se impuso en la Corte con Felipe V, nacido en el Palacio de Versalles. Este jardín, que estaba a espaldas del palacio y hoy da a la calle Alfonso XII, se plantó sobre un jardín anterior que llamaban Ochavado, porque tenía ocho calles cubiertas por vegetación a modo de túneles que confluían en el centro. Sobre él se creó el nuevo jardín con parterres o plantaciones de césped, setos y flores a ras de tierra, con una composición geométrica.
En el siglo XIX, con Fernando VII, se realizaron
Palacio y Jardines del Buen Retiro, siglo XVII. |
En 1869, con el plan del Ensanche de Madrid, se creó una nueva calle que atravesó El Retiro, para unir la Puerta de Alcalá con la estación de Atocha. Era la calle Granada, hoy calle Alfonso XII, que quedó separada del parque por una verja de hierro con entrada al Parterre. Al otro lado de la calle quedaron el Casón del Buen Retiro y el Salón de Reinos (antiguo museo del Ejército), últimos testigos del Palacio del Buen Retiro, más allá la iglesia de los Jerónimos, el Museo del Prado y el Jardín Botánico, y se creó un nuevo barrio sobre los que habían sido propiedades de los reyes.
Puerta de Felipe IV (interior). Foto: S.Castaño. |
La entrada al Parterre desde la calle Alfonso XII se realiza por Puerta de Felipe IV, que fue construida para dar la bienvenida a Madrid, en 1680, a María Luisa de Orleans, primera esposa de Carlos II. Era entonces la puerta principal al Real Sitio del Buen Retiro y estaba situada donde hoy la fuente de Neptuno, frente a la calle Real, hoy Carrera de San Jerónimo, ya que hasta allí se extendían esta propiedad real. Saliendo por esta puerta, la reina inició un recorrido por la calle Real hasta el Alcázar, donde hoy se encuentra el Palacio Real.
En su origen, esta puerta tenía tres grandes estatuas de figuras mitológicas, una sobre el arco y otra dos a sus lados. En el siglo XIX, la puerta cambió de sitio y pasó a ser un acceso al Retiro frente a la iglesia de San Jerónimo, y en 1922 se llevó a su lugar actual, la entrada del Parterre, Puerta de Felipe IV. Bajo el arco de la puerta se encuentra el escudo real en la parte exterior, y len a interior el escudo de Madrid, el Oso y el Madroño.
Durante mucho tiempo se pensó que esta puerta, obra de Melchor de Bueras, se había edificado diez años mas tarde, para recibir a María Ana de Neoburgo, segunda esposa de Carlos II, ya que en la puerta hay una inscripción referida a ella. En realidad sirvió para recibir a ambas reinas, según las últimas investigaciones.
Vista de las plantaciones del jardín. Foto: S.C. |
Además de los coloridos parterres que predominan en este jardín, en su interior se encuentran algunos cipreses, aligustres y setos con diversas formas, laureles, cedros y castaños.
Entre los elementos escultóricos, destaca el monumento dedicado a Jacinto Benavente, obra de Victorio Macho, realizada por suscripción popular e inaugurada en 1962. Está formado por una figura femenina que levanta sobre su cabeza una máscara de teatro. En el pedestal se halla el perfil del escritor rodeado de una corona de laureles.
La del Parterre es una entrada muy elegante, una excelente bienvenida para disfrutar del extraordinario patrimonio del Parque del Retiro.
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