Marqués de Cubas |
En el breve periodo en el que el marqués de Cubas estuvo al frente de la Alcaldía de Madrid (del 6 de noviembre al 1 de diciembre de 1892) fueron pocos los actos relevantes, entre otros la inauguración de la Biblioteca Nacional o el inicio de una memoria sobre el Presupuesto Municipal. Al finalizar sus días en el Ayuntamiento renunció al sueldo correspondiente, aunque esto no fuera un sacrificio para un hombre rico como él.
En 1900, el Ayuntamiento de Madrid puso su nombre a la calle que va desde la calle de Alcalá a la plaza de las Cortes. Esta calle primero se llamó Jardines y desde el siglo XVII calle del Turco, porque en ella se alojó el embajador de Turquía. En ella fue tiroteado en 1870 el presidente del Gobierno Juan Prim, que murió pocos días después en circunstancias sometidas a debate, a raíz de las últimas investigaciones.
Arquitecto y hombre de negocios, el Marqués de Cubas destacó en su faceta profesional como representante del estilo neogótico en la arquitectura religiosa. En Madrid, donde dirigió, a veces de manera gratuita, la construcción de edificios de viviendas, introdujo el uso del yeso y la escayola en la ornamentación. Destacan entre sus obras la iglesia y convento de las Salesas Reales (Santa Engracia, 18), el Museo Antropológico del doctor Velasco, hoy Museo Nacional de Antropología (Alfonso XII, 68), la iglesia del Sagrado Corazón o el convento de las Siervas de María. Además, fue el encargado del proyecto de la catedral de la Almudena, que luego fue reformado. También son obras suyas el colegio y capilla del Sagrado Corazón y la Universidad de Deusto, ubicados en Bilbao, o el mausoleo del duque de Alba, en Salamanca.
El marqués de Cubas nació en Madrid en 1826. Fue pensionado en Roma y en 1858 obtuvo la Primera Medalla en la Exposición Nacional. En 1870 ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en la que fue presidente de la sección de Arquitectura.
Gran parte de su fortuna la dedicó a obras benéficas, por lo que el papa León XIII le concedió el título de marqués de Cubas. Falleció en Madrid en 1899. Sus restos y los de su esposa, Matilde Erice y Urquijo, se hallan en la Catedral de la Almudena, edificio al que se dedicó, casi en exclusiva, durante sus últimos años.
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