Milagro del Pozo (A.Cano). M. del Prado. |
Con motivo de la canonización del patrón de Madrid, la ciudad se engalanó y hubo grandes festejos en la plaza Mayor y una gran procesión por la calles, según dejó escrito Lope de Vega. En aquel acontecimiento se instituyó el día 15 de mayo para celebrar la romería hasta la ermita, que se convirtió en la más famosa de Madrid, popularizándose las fiestas y tradiciones de San Isidro.
Durante siglos los madrileños llegaban hasta la ermita pasando por la puerta de Toledo o la puerta de Segovia y cruzando sus respectivos puentes sobre el río Manzanares. En la pradera (hoy parque de San Isidro) se mezclaba gente de todo tipo, allí acudían vendedores de botijos y figuritas de barro con la imagen del santo, vendedores de licores, de rosquillas, churros y buñuelos que se elaboraban en la misma pradera. Había también puestos de higos pasos, torraos o tostones y otros frutos secos. No faltaban bandas de música, fuegos artificiales, diversiones infantiles y bailes, además de otras ‘atracciones’ afortunadamente desaparecidas.
Colegiata de San Isidro. |
Biografía de San Isidro
Respecto a las fechas del nacimiento y muerte del santo existe controversia. Se maneja la fecha de 1082 para su nacimiento, en la madrileña calle del Águila, número 1, y se acepta mayoritariamente el año 1172 como el de su muerte.
El patrón de Madrid fue enterrado en el cementerio de la iglesia de San Andrés, muy cerca de la casa de Iván Vargas, donde vivió y murió el santo. 40 años después, su cuerpo incorrupto fue trasladado al interior de la iglesia y más tarde a la capilla de San Isidro, que se construyó anexa al templo de San Andrés. Dese allí, en 1769, los restos del santo se trasladaron a la colegiata de San Isidro, antigua catedral de Madrid, en la calle de Toledo, sumándose a esta sepultura definitiva los restos de Santa María de la Cabeza.
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