Del Catálogo Orígenes de Madrid. 2009 |
Son muy abundantes los objetos y herramientas prehistóricos hallados en la provincia de Madrid. A lo largo del valle del Manzanares aparecieron hachas, puntas de flecha y otros restos de herramientas de piedra utilizadas para cazar los grandes mamíferos que vivían en esta zona en el Paleolítico.
Los restos de poblados prehistóricos más interesantes se descubrieron en Alcalá de Henares. Los vestigios hallados en Las Vistillas y Villaverde o en las cuevas de Perales de Tajuña indican también el asentamiento de pequeños núcleos humanos durante el Neolítico, así como los extraordinarios vasos campaniformes, decorados con pasta blanca, que aparecieron en Ciempozuelos. Sin embargo, los restos humanos son escasos.
Muchos de estos objetos se exponen en el Museo Arqueológico Nacional, el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, en Alcalá de Henares, o en el Museo de Historia de Madrid.
Los romanos
A los romanos sólo les interesó el territorio de Madrid como cruce de caminos y por tanto se emplearon a fondo en la red de comunicaciones de la época. Por Madrid pasaban calzadas romanas en todas las direcciones. Las más importantes fueron la que unía ls localidades de Alcalá de Henares (Complutum) con Titulcia; la que iba de Mérida (Emerita Augusta) a Alcalá de Henares, pasando por Toledo (Toletum) y que llegaba hasta Zaragoza (Caesar Augusta), y la que unía Titulcia con Segovia, que pasaba por la actual Casa de Campo.
En este cruce de caminos que era Madrid también se construyeron casas romanas. Hubo villas campestres construidas cerca de las calzadas en Villaverde, Carabanchel o en la Casa de Campo.
Los visigodos
Los visigodos, llamados ‘bárbaros’ durante la dominación romana, se asentaron en el centro de la Península Ibérica y establecieron su capital en Toledo, aunque las necrópolis visigodas descubiertas en Talamanca del Jarama, Getafe y Alcalá de Henares, y los posteriores hallazgos en Colmenar Viejo, San Martín de la Vega, Leganés o Aranjuez demuestran que los visigodos se asentaron también cerca de la capital madrileña.
Algunos historiadores señalan que existió un pequeño poblado visigodo en la capital, el vallejo de San Pedro, que hoy sería la calle Segovia y su entorno. Sin embargo, no hay vestigios que lo demuestren y los historiadores árabes que se refieren al alcázar de Madrid (Magerit) construido por los musulmanes como defensa avanzada de Toledo, no se dicen que hubiera un núcleo de población visigodo cercano. Otros historiados apuntan que los árabes tampoco dicen que ellos sean los creadores de la ciudad, lo que indicaría que en Madrid ya existía una población autóctona anterior a ellos.
En 2011, en las excavaciones para la construcción del Museo de Colecciones Reales, anexo al Palacio Real, se descubrió el esqueleto de un pastor visigodo, lo que podría indicar que no muy lejos había un poblado.
Madrid árabe
Muralla árabe, frente a la Almudena. F. Chorro |
La presencia árabe en Madrid se limitó, durante muchos años, a un asentamiento de tipo militar, por el lugar estratégico de Magerit frente a los reinos cristianos que ya habían iniciado la Reconquista. Fue el emir Muhammad I quien levantó (años 852-856) el alcázar árabe en la zona donde hoy se encuentran el Palacio Real y la catedral de la Almudena, zona donde se conservan restos de la muralla árabe.
Madrid cristiano
El poblado madrileño árabe comenzó a tomar importancia entre los siglos VIII y IX, como lugar estratégico para dominar las rutas hacia los enclaves musulmanes de Toledo y Zaragoza. Alrededor del año 1083 los cristianos recuperaron Madrid. La Villa se repobló principalmente con gentes de Segovia, Ávila, Asturias y León. Durante el siglo XII el crecimiento de Madrid originó la construcción de nuevos barrios y se construyó una gran muralla con unas 190 torres de la que se conservan escasos restos.
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