Palacio de Cristal, El Retiro. Foto: S. Castaño. |
En el Madrid de finales del siglo XIX el uso del hierro en edificios públicos y privados era un signo de modernidad, desplegado a gran escala en las cubiertas y otras estructuras de las estaciones del ferrocarril. En este contexto, la celebración en Madrid de la Exposición de las Islas Filipinas de 1887 fue ocasión para el lucimiento, levantando un edificio considerado la joya de la arquitectura del hierro en España. Su finalidad, servir de invernadero de las plantas y flores llegadas desde aquellas islas, que con Cuba y Puerto Rico eran las principales colonias que le quedaban a España.
El arquitecto Ricardo Velázquez Bosco diseñó este pabellón invernadero o pabellón estufa, construido mediante la prefabricación de las piezas estructurales de fundición, realizadas en Bilbao, de acuerdo con los cálculos realizados por el arquitecto e ingeniero Alberto de Palacio. De su ensamblaje se ocupó el constructor en hierro más importante del momento, Bernardo Asins.
Arquerías y azulejos decorados. Foto: S.C. |
Las bóvedas del edificio, sostenidas por esbeltas columnas y finas arquerías, confluyen en una cúpula de casi 23 metros de altura. Como excepción al uso del hierro y cristal, el edificio cuenta con un pórtico de entrada formado por grandes columnas de estilo jónico y balaustrada, además de pequeños elementos decorativos en relieve y azulejos decorados por los hermanos Zuloaga en el basamento. Todo ello, y su nave central elevada sobre las dos laterales, confiere al Palacio de Cristal la imagen de una pequeña catedral de vidrio.
Exposición de las Islas Filipinas
La Exposición fue inaugurada en el mes de junio de 1887 por la reina regente María Cristina, viuda de Alfonso XII. Con 54 metros de largo, 28 de ancho y un área total de 2.500 metros cuadrados el Palacio de Cristal fue el pabellón de las flores y plantas llegadas desde Filipinas, incluidas las plantas acuáticas, instaladas en un pilón. También llegaron tribus indígenas y animales como caimanes y serpientes. Para ubicarlos se levantaron otros pabellones cerca del pabellón invernadero. Frente a él se construyó un lago que sería escenario de la muestra de pequeñas embarcaciones utilizadas por los nativos de aquellas islas.
Interior del Palacio de Cristal. Foto: S.C. |
La idea inicial era tener el Palacio de Cristal como edificio temporal, que después se desmontaría y sería enviado a Manila, para acoger allí una exposición que promocionara productos españoles e impulsar así el comercio con Filipinas. Finalmente, el edificio permaneció en el Parque del Retiro, primero como almacén de diversos enseres y luego como lugar de exposiciones.
Casi 50 años después, en mayo de 1936, este edificio fue escenario de la toma de posesión de Manuel Azaña como presidente de la II República.
Cuatro años antes de la construcción del Palacio de Cristal, Velázquez Bosco había levantado en este parque, para la Exposición Nacional de Minería, el Palacio de la Minería, hoy Palacio de Velázquez, por el nombre del arquitecto. Es también un ejemplo singular de la arquitectura del hierro, combinado con ladrillo y azulejos decorativos en sus muros.
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